LA PALABRA SUBLEVADA
Siempre supimos que los cimientos perversos de la sociedad no se arreglan de la noche a la mañana; pero supimos, también, que la clave es perseverar, es mirar a los ojos, es ir de frente y organizar comunidad. Asà nacimos y asà crecimos, con los pies en el barro, con la cabeza en el barrio, pisando y pensando, pensando y volviendo a pisar.
No somos de afuera ni somos de adentro. Somos todo eso a la vez y más también. Somos una nueva identidad gestada, un montón de compañeras y compañeros de distintos lugares, mezcladxs y licuadxs con un montón de pibes y pibas del barrio y con todas las vecinas y los vecinos que están estudiando en el Pueblos para convertirse, el dÃa de mañana, en esxs docentes que precisa como agua nuestra vapuleada escuela pública. La Palabra Sublevada está hecha por nosotros y nosotras.
La Palabra Sublevada es una ventana del Pueblos de América, y desde ahà escribimos, con el sol de la mañana y con el lento atardecer. Ahà nos juntamos a pensar, a charlar de polÃtica, a debatir, qué cosas están pasando en el barrio, qué cosas están sintiendo nuestrxs vecinxs, qué somos nosotros, qué queremos ser. La Palabra Sublevada es lo que tenemos dentro, amarrado en una voz que lanzamos al viento para que viaje por tantos lados como sea posible.
Queremos que sepan de nosotrxs. Queremos saber de ustedes. Estamos acá, no nos vamos a ninguna parte.